Cumbre Europea de Granada: choques por el tema migratorio imponen diferencias
Polonia y Hungría mostraron este viernes su oposición a la reforma del sistema migratorio europeo en una cumbre de los gobernantes de la Unión Europea (UE) en Granada, dos días después de un acuerdo clave entre los Estados miembros.
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«No tenemos miedo de los dictados que vienen de Bruselas y Berlín», lanzó el primer ministro polaco, el nacionalista Mateusz Morawiecki, a su llegada a esta cumbre informal de jefes de Estado y de gobierno de los Veintisiete en la ciudad andaluza, en el sur de España.
Morawiecki criticó principalmente que se pretenda imponer un sistema para «distribuir migrantes ilegales» entre los países.
Su homólogo húngaro, el ultraconservador Viktor Orban, en su habitual tono provocador, afirmó: «Si te violan legalmente, te obligan a aceptar algo que no te gusta, ¿cómo es posible llegar a un compromiso, a un acuerdo? Es imposible».
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El asunto de la migración, uno de los más espinosos entre los Veintisiete, se añadió al orden del día de esta cumbre informal, en medio de una nueva oleada de migrantes llegados a la isla italiana de Lampedusa, que volvió a crear tensiones en el bloque.
Los embajadores de los países de la UE alcanzaron el miércoles un acuerdo clave para avanzar en la reforma del Pacto de Migración y Asilo, después de tres años de parálisis en las negociaciones sobre el asunto.
El reglamento, que aún debe ser negociado en el Parlamento Europeo, fue aprobado por mayoría cualificada, con las abstenciones de Austria, Eslovaquia y República Checa y la oposición de Polonia y Hungría. –
«Gran éxito»
La reforma busca implementar un mecanismo de solidaridad obligatoria entre los Estados miembros si alguno de ellos enfrenta la llegada masiva de migrantes a sus fronteras, como ocurrió durante la crisis de refugiados sirios de 2015 y 2016.
El texto, que también modifica los procedimientos tradicionales de asilo haciéndolos menos protectores para los migrantes, requirió un compromiso para superar las reticencias alemanas e italianas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se congratuló del acuerdo este viernes, afirmando que es un «gran éxito».
La primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, saludó que Europa esté «evolucionando hacia una línea más pragmática de legalidad, de deseo de luchar contra los traficantes».
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Pero en un texto firmado junto a su homólogo británico, Rishi Sunak, publicado este viernes, pidió actuar urgentemente frente a la «crisis moral» que encarnaría la migración ilegal en Europa.
«Se trata de una crisis moral», afirmaron los dos dirigentes, denunciando a los traficantes de personas, «un crimen humanitario», y una «crisis europea», ya que corresponde a los gobiernos europeos «decidir quién viene (al continente), y no los traficantes».
Declaración en el aire
En la práctica, ni Polonia ni Hungría pueden realmente imponer un veto a la reforma, ya que estos textos se aprueban por mayoría cualificada, un procedimiento que estos dos países siguen rechazando.
De hecho, exigieron sin éxito que la declaración final de la cumbre de Granada incluyera una referencia a la necesidad de lograr la unanimidad para adoptar una reforma migratoria, señalaron fuentes diplomáticas.
Este desacuerdo podría hacer que fracasara el intento de emitir una declaración común sobre migración, tal y como ocurrió en una cumbre en Bruselas en el verano boreal, cuando Polonia y Hungría bloquearon las conclusiones para dejar claro su rechazo a otros textos migratorios.
La declaración sobre migración que se debatirá el viernes se ha ido endureciendo durante su elaboración. El proyecto, al que tuvo acceso la AFP, subraya la necesidad de abordar la migración irregular «inmediatamente y con determinación» y de «aumentar los retornos» de los migrantes irregulares.
También muestra el compromiso de la UE de establecer «una colaboración mutuamente beneficiosa con los países de origen y de tránsito»
AFP