¿Por qué juicio a Trump no le resta popularidad y sigue favorito?
Con un gran despliegue mediático, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, compareció ayer en la sala del tribunal de Nueva York para prestar declaración como testigo en el juicio civil por fraude empresarial en la Organización Trump, un proceso impulsado por la Fiscalía, que reclama una compensación de 250 millones de dólares.
(Lea además: Trump admite que ‘miraba’ las declaraciones financieras de su empresa)
En la declaración, Trump admitió que “miraba” las declaraciones financieras de su empresa, pero restó importancia a ese hecho y recriminó al juez Arthur Engoron haber fallado en su contra el cargo de fraude de manera sumaria “antes de saber nada” sobre él y sus negocios.
Engoron, que desde el inicio de la sesión se había mostrado enfadado por lo que consideraba “discursos” de Trump en lugar de respuestas, escuchó con gesto impasible los comentarios en tono airado del acusado, que estaba sentado a apenas dos metros de él.
“Usted falló contra mí, dijo que era un fraude antes de saber nada de mí”, espetó mirándole directamente, tras lo que sostuvo que “el fraude es el tribunal” porque “no valoró las propiedades correctamente”, y se vanaglorió de haber hecho “un buen trabajo” como presidente de EE. UU.
Trump sacó a colación la valoración de los tasadores públicos del condado de Palm Beach, en Florida, que estimaron que su mansión de Mar-a-Lago se situaba en unos 18 millones de dólares, y aseguró que “vale cientos de millones más y todo el mundo lo sabe”.
Usted falló contra mí, dijo que era un fraude antes de saber nada de mí.
Previamente, el expresidente defendió en repetidas ocasiones que los documentos de condición financiera en los que se basa el caso no tienen valor porque incluyen una cláusula que advierte que los datos son subjetivos y alienta a hacer análisis propios y “no apoyarse” en ellos.
Esa cláusula de advertencia “siempre se respeta en los tribunales, excepto por parte de este juez particular”, agregó el acusado, que aseguró que “si hubo un error, no fue material”, pero en todo caso “cualquier error está cubierto por la cláusula”.
Engoron le interrumpió únicamente para invitarle a “aprender sobre la cláusula”, leyendo su opinión implícita en el fallo sobre fraude persistente contra Trump y los otros acusados, que quita mérito a ese argumento.
(Lea además: Ministro de Defensa Iván Velásquez sostiene reuniones en EE.UU. ¿qué temas abordará?)
El exmandatario también arremetió contra la fiscal Letitia James, sentada en primera fila del público y que ha recibido numerosos ataques, igual que el juez. Tras varios minutos de ataques airados, el fiscal Kevin Wallace, que inicialmente había cuestionado el valor de las propiedades de la empresa, le preguntó: “¿Ha terminado?”, y Trump contestó escuetamente que sí mientras el juez esbozaba brevemente una sonrisa.
Pero Trump sabe que este juicio, que se extiende hasta diciembre, le está dando provecho en sus intenciones de ser el candidato republicano a la Casa Blanca en 2024. Es posible que subir al estrado le siga subiendo el perfil a su campaña, pues en reiteradas oportunidades ha citado este “peligro” legal como una razón clave por la que los votantes deberían devolverlo al Despacho Oval.
Pero no solo eso. Un día antes del juicio, las encuestas dieron resultados reveladores.
El domingo los sondeos mostraron que Trump superaba al demócrata Joe Biden en las encuestas de varios estados claves a un año de las elecciones, según indicó The New York Times.
Las encuestas del diario y la consultora Siena Poll arrojaron que el expresidente, el favorito de su partido, lleva ventaja a Biden en Nevada, Georgia, Arizona, Michigan y Pensilvania, y Biden se imponía por poco en Wisconsin; todos ellos son estados “bisagra” en los que venció el demócrata en las últimas elecciones.
Trump supera por entre tres y diez puntos a Biden en los cinco primeros estados, mientras que Biden supera por dos a Trump en el último, de acuerdo con los datos.
Aunque falta un año para las elecciones y puede haber acontecimientos que cambien las tornas, esos sondeos reflejan las dudas de los votantes con respecto a Biden, sobre todo por su avanzada edad y por la insatisfacción con su gestión de la economía.
Del otro lado, también ponen de relieve cómo el complicado futuro judicial de Trump, que está inmerso en un juicio civil y después afronta cuatro juicios penales, parece no hacer mella en su popularidad.
Las encuestas se realizaron por teléfono con operadores en vivo a 3.662 votantes registrados entre el 22 de octubre y el 3 de noviembre. El próximo 15 de enero los republicanos en Iowa y el 3 de febrero los demócratas en Carolina del Sur inician los procesos de primarias que sucederán en los 50 estados. Supondrán el pistoletazo de salida para una serie de primarias con fechas clave como el 5 de marzo, hasta que el 15 de julio el Partido Republicano celebre su convención para oficializar al candidato.
El 19 de agosto los demócratas harán lo propio. Trump deberá vencer a figuras, como Ron DeSantis, Nikki Haley, Vivek Ramaswamy o Chris Christie, quienes de momento no han logrado hacerle sombra ni se le acercan en las encuestas. En Estados Unidos no hay ninguna legislación que le impida concurrir a las elecciones, incluso si es declarado culpable.
REDACCIÓN INTERNACIONAL