‘Mi filosofía es: no confíes en los países ricos, cóbrales impuestos’
Desde Dubái, donde asiste a la COP28, el economista Jeffrey Sachs, presidente de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, de la ONU, habla de las estrategias financieras que se deberían adoptar para afrontar la crisis climática. Entrevista.
Entrevista realizada en el Pabellón de América Latina y el Caribe de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP28), a cargo del banco de desarrollo CAF.
Usted dice que la COP28 debe representar el comienzo de la justicia financiera climática. ¿Qué podría ser diferente este año para que eso suceda? Hemos escuchado que los países ricos movilizarían financiación para el mundo en desarrollo y eso no ha sucedido.
No confíes en los países ricos, sino cóbrales impuestos. Esa es mi filosofía. Necesitamos un impuesto global sobre las emisiones de carbono, tanto las pasadas, por responsabilidad histórica, como los flujos actuales. Los países ricos deberían pagar una cierta cantidad por cada tonelada que emiten. Es bastante simple. No deberíamos rogarles para que honren sus compromisos. Deberíamos cobrarles impuestos. Esa es mi propuesta.
En este momento, los países ricos emiten aproximadamente 20.000 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Establecer un impuesto de 5 dólares por tonelada sobre esas emisiones son 100.000 millones de dólares, y eso es fácil de hacer para estas naciones porque tienen 50 billones de dólares de producción cada año. Entonces, 50.000 o 100.000 millones de dólares apenas los notarían, pero son tan codiciosos que no quieren darlos. Deberíamos gravar las emisiones históricas, responsables por los daños que vemos ahora mismo.
La buena noticia es que finalmente se creó un fondo de pérdidas y daños. Estados Unidos dio algo así como 17 millones de dólares… ¿Estás bromeando? El país que causó una cuarta parte de todas las emisiones de la historia industrial da 17 millones de dólares, cuando estamos perdiendo 100.000 millones o 200.000 millones de dólares al año, mínimo, en desastres climáticos. Entonces, necesitan pagar un impuesto. Esto es básico.
Creo que si cobramos incluso 10 centavos por cada tonelada de emisiones pasadas, Estados Unidos debería alrededor de 40.000 millones de dólares por año. Los países ricos, en su conjunto, probablemente alrededor de 100.000 millones de dólares anuales por su parte, entonces comenzamos a hablar de dinero en serio.
Cuando los representantes de Estados Unidos vienen y dicen “mercado voluntario de carbono” o cosas como las que ha dicho John Kerry (enviado especial del Gobierno estadounidense para el clima)… No. Tienes que pagar. Tienes responsabilidad. Eres parte del mundo. Y esto es lo que necesitamos hacer.
Parece muy fácil en la explicación, pero no lo hacen…
Es fácil, y por supuesto que no lo están haciendo.
¿Cómo pueden cambiar las cosas? ¿Se trata de hacer modificaciones en el sistema de la ONU o incluso en la arquitectura financiera internacional?
Necesitamos más y más para que todos los países del mundo estén juntos y escuchen la verdad, y no más tonterías porque estamos realmente en la crisis climática en este momento. No hablar más sobre estos 100.000 millones de dólares porque eso ni siquiera es remotamente lo suficiente para lo que necesitamos, y ni siquiera pudieron lograrlo los países ricos.
Si lo dejan de forma voluntaria, olvídalo. Necesitamos avanzar hacia una verdadera globalización en la tributación de las emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero. ¿Será fácil? No. Los Estados Unidos patearán y gritarán. A nadie le gusta pagar impuestos. A todo el mundo le gusta evadir sus impuestos. ¿Sucederá en la COP28? De ninguna manera, pero ¿podría suceder en la COP29? Absolutamente. ¿En la COP30? Absolutamente. No lo dejes perder de vista, necesitamos seguir presionando. Necesitamos que más países digan esto, que haya un entendimiento global.
En mis discusiones, en esta conferencia, creo que cada vez más gobiernos alrededor del mundo tienen el mensaje correcto, que es: queremos ver exactamente la línea por escrito. No confiamos en usted en absoluto, no creemos esto de los 100.000 millones de dólares, bla, bla, bla. Queremos ver el mecanismo y queremos verlo específicamente y en el banco. Y eso es lo que escuché esta mañana en los debates sobre financiación climática.
Este es el período donde vamos a conseguir que la arquitectura del sector financiero mundial realmente se arregle. La arquitectura del viejo sistema financiero global se hizo básicamente después de 1945. Estados Unidos era tan dominante y algunas cosas buenas salieron de allí, pero también muchas cosas no tan buenas. Necesitamos absolutamente modernizar la arquitectura financiera global.
«Necesitamos encontrar mecanismos
para que el capital fluya
a todos los países con base en sus estrategias (climáticas), no en función de su nivel de ingresos».
Y mientras tanto, sobre ese cambio de la arquitectura financiera, ¿cuál podría ser el papel del sector privado y los bancos multilaterales?
El sector privado ciertamente podría ser una parte importante de la financiación, pero el problema ahora es que esa financiación privada no fluye hacia los países más pobres muy fácilmente. Hay muchas cosas que deben arreglarse. Países ricos pagan costos bastante bajos; países pobres, costos enormes. Esto está roto.
Y si dices que vaya al sector privado, un país de muy bajos ingresos podría pagar el 15 por ciento de tasa de interés sobre préstamos a corto plazo. Eso es una locura y los quebraría inmediatamente. Entonces necesitamos encontrar mecanismos para que fluya el capital a todos los países con base en sus estrategias, no en función de su nivel de ingresos.
Ahora mismo, si eres rico, obtienes financiación; si eres pobre, pagas una penalización. Y ese sistema se basa en muchas ideas defectuosas, muchos malos diseños. La forma en la que trabajan las agencias de calificación crediticia está completamente desactualizada. Por cierto, incluso la forma en la que el FMI y el Banco Mundial trabajan está completamente desactualizada.
Necesitan crear un sistema en el que los países que van a usar el dinero adecuadamente obtengan la financiación que necesitan porque los beneficios, los beneficios financieros en buenas inversiones, son muy altos. Es el camino hacia el desarrollo. No les puedes decir a los países: “no puedes pedir prestado” o “puedes pedir prestado, pero con un costo de interés del 15 por ciento” porque entonces todos van a terminar quebrando.
Me gustaría saber sobre cosas buenas que están sucediendo. Tal vez no estamos viendo eso todavía en materia de financiación climática, pero ¿qué compartiría sobre algunos ejemplos de producción sostenible en la industria del café?
Estamos trabajando con el CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) en un maravilloso proyecto, mirando la producción de café en Costa Rica, en Colombia y en Brasil. Y la idea es juntar a la industria y a los productores para crear comunidades de desarrollo sostenible y mejorar la tecnología para que la producción de café sea sostenible, lo cual es genial porque soy un bebedor de café. Necesitamos café sostenible.
Lo que encontré es bastante extraño y es que si nos fijamos en las principales empresas internacionales –y me gustan estas empresas, me traen mi café todos los días–, no tienen mucha conexión con el granjero en realidad. Simplemente compran a través de un intermediario y no saben necesariamente lo que realmente está pasando en la granja. Esto no funcionará.
Necesitamos que toda la cadena de suministro esté organizada de manera sostenible y que las grandes marcas como Nestlé u otras financien los cambios en el suelo en las granjas de pequeños productores, donde hay gente pobre que no va exactamente a un banco para pedir un préstamo bancario. Y que financien cambios de estructura productiva que van a hacer que cultivar café sea productivo y sostenible, incluso cuando el clima cambia.
Al mismo tiempo, podemos usar el sistema de la ONU, la CAF y otros para ayudar a que las comunidades obtengan las escuelas, las clínicas, las carreteras y las otras cosas que necesitan: un tostador o lo que les piden las empresas grandes. Así que estamos intentando hacer un paquete donde todos se benefician creando una cadena de valor que realmente sea sostenible y robusta y pueda resistir el actual cambio climático.
Algo así como los tres pilares: impacto económico, social y ambiental…
Eso es exactamente correcto. Y ninguna parte interesada puede hacerlo por sí sola: ni las empresas, ni los pequeños agricultores, ni el gobierno. Entonces el arte de todo sobre el desarrollo sostenible es cómo se comparten las responsabilidades y colaborar para hacer que toda la cadena de suministro o cadena de valor sea sostenible. Y eso es en lo que estamos trabajando con un programa muy innovador de la CAF.
Usted trabaja estrechamente con una persona argentina que es admirada en todo el mundo, el papa Francisco. ¿Podría comentar sobre su última publicación en la que usted también participó? ¿Cuáles son los mensajes claves que podría compartir con nosotros?
Acabamos de ver al papa Francisco. Él no vino por su infección, pero estaba en video en una reunión, esta mañana, con otros líderes religiosos firmando un acuerdo, un documento compartido de líderes religiosos pidiendo justicia climática y llamando a la solidaridad mundial. Y todos tenían lágrimas en sus ojos porque es increíblemente inspirador y ennoblece y ayuda a que encontremos una dirección a seguir.
Y lo que nos ha estado diciendo desde ‘Laudato Si’ y luego ‘Fratelli Tutti’ y ahora ‘Laudato Deum‘, su exhortación más reciente, es trabajar juntos por nuestra casa común y crear nuevas formas de gobernanza responsable juntos, para que en conjunto el mundo pueda encontrar soluciones. Todos sus mensajes recientemente tratan sobre la necesidad de encuentro, paz y cooperación para resolver estos problemas. Y él ayuda a llevar ese mensaje más que nadie en todo el planeta.
*Entrevista realizada en el Pabellón de América Latina y el Caribe de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP28), a cargo
del banco de desarrollo CAF.