Israel bombardea Rafah y Biden critica una operación ‘excesiva’
Israel bombardeó este viernes Rafah, la ciudad del sur de la Franja de Gaza donde se refugiaron cientos de miles de palestinos, y se ganó las críticas del presidente estadounidense Joe Biden, que habló de una operación «excesiva».
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Israel inició una ofensiva militar contra la Franja el 7 de octubre, en respuesta a un ataque del movimiento islamista palestino Hamás en su territorio.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, que terminó el jueves una gira regional destinada a impulsar una tregua, instó a Israel a «proteger» a los civiles en sus operaciones en Gaza.
En un primer momento, las fuerzas israelíes concentraron sus operaciones en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, y luego se desplazaron hacia Jan Yunis, más al sur.
Pero el miércoles, el primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó preparar una ofensiva en Rafah, una localidad situada junto a la frontera con Egipto, cerrada.
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La ciudad está poblada actualmente por 1,3 millones de personas, en su mayoría, desplazados que huyeron de otras zonas de la Franja a causa de los combates y que ahora pasan sus días con el miedo metido en el cuerpo, refugiados en tiendas de campaña y chozas construidas con chapas, postes de metal y ramas.
Es el caso de Adel Al Hajj, que llegó a Rafah desde el campamento de Al Shati de Ciudad de Gaza y que asegura temer «una invasión» de los militares israelíes que podría saldarse en «masacres».
«Si Rafah es atacada, habrá matanzas y un genocidio. No sé si podremos huir a Egipto o si las masacres nos alcanzarán», abundó por su parte Um Ahmed al Burai, una palestina de 59 años, también procedente de Al Shati.
Antes de llegar a Rafah, pasó por Jan Yunis y por Jirbet Al Adas. El jueves, Washington advirtió que Rafah podría ser escenario de un «desastre» humanitario y aseguró no apoyar una operación «sin planificación y sin reflexión» respecto a los civiles.
«Mi opinión es que la respuesta en Gaza, en la Franja de Gaza, ha sido excesiva», declaró el presidente estadounidense, Joe Biden, en una inusual crítica a Israel, aliado cercano de Washington.
«Hay mucha gente inocente pasando hambre, mucha gente inocente pasándolo mal y muriendo, y esto tiene que parar», señaló.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también se dijo «alarmado» por esa operación, que «aumentaría exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria».

Hombres caminan por Rafah luego de los bombardeos.
Huir hacia el mar
El viernes de madrugada, varios testigos dieron cuenta de bombardeos israelíes en el centro y en el sur de Gaza. «Oímos el ruido de una enorme explosión cerca de nuestra casa (…) Encontramos dos niños muertos en la calle«, declaró Jaber Al Bardini, un habitante de Rafah, de 60 años.
«Si [Israel] realiza un ataque [terrestre] contra Rafah, moriremos en nuestras casas. No tenemos elección, no tenemos donde ir», agregó. Según un empleado de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), que pidió permanecer en el anonimato, hay gente de Rafah que se está desplazando hacia el mar porque «piensan que una eventual operación terrestre» empezará cerca de la frontera israelí.
La guerra estalló el 7 de octubre cuando milicianos islamistas mataron a más de 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en un ataque en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Entre los muertos hay más de 300 militares. Una tregua de una semana a fines de noviembre permitió canjear a un centenar de rehenes por presos palestinos detenidos en Israel. Se estima que unos 132 permanece cautivos en Gaza, 29 de ellos presuntamente fallecidos.
En los bombardeos y operaciones israelíes de represalia en Gaza murieron 27.940 personas, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según Hamás, una organización catalogada como terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.
ANA MARÍA RODRÍGUEZ BRAZÓN
CORRESPONSAL EL TIEMPO
CARACAS