Ucrania acusa a Rusia de autosabotear una central de gas con el objetivo de destruir la posible tregua de 30 días

Ucrania acusó este viernes a Rusia de haber atacado una infraestructura gasística propia en la localidad de Sudzha, región de Kursk, para después acusar a Kiev de haber roto la tregua que ambas partes se han comprometido a declarar para poner fin a los ataques mutuos contra el sector energético durante 30 días.

“La Federación Rusa está intensificando su campaña de descrédito contra Ucrania. En particular, el enemigo ha acusado a las Fuerzas Armadas de Ucrania de bombardear la estación de medición de gas de Sudzha. Las acusaciones no tienen ninguna base”, se lee en un comunicado publicado por el Estado Mayor de Kiev.

La nota agrega que los rusos han atacado la infraestructura con artillería para culpar a Ucrania, que se vio obligada a retirarse de Sudzha este mes debido a la creciente presión rusa, que ha conseguido expulsar a las tropas de Kiev de la mayor parte del territorio que controlaban en Kursk.

En un mensaje publicado en Telegram, el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional de Ucrania, Andrí Kovalenko, también ha atribuido el ataque a los rusos.

Según Kovalenko, esta supuesta acción de los rusos es “una de las primeras operaciones informativas contra Ucrania para echarle la culpa de romper el alto el fuego que la propia Rusia no ha cumplido desde el primer día”.

Rusia se comprometió el pasado martes con EE.UU. a declarar de inmediato un alto el fuego en los ataques a las infraestructuras ucranianas que, según Kiev, ha incumplido repetidamente desde entonces.

Kovalenko pronosticó que Rusia llevará a cabo muchas otras operaciones de falsa bandera de este tipo para acusar a Ucrania de romper el alto el fuego.

Kiev se ha mostrado dispuesta a declarar la tregua parcial en los ataques a la energía y a otras infraestructuras civiles, pero pide que se detallen primero los objetivos que no pueden ser bombardeados mientras dure este alto el fuego.

En respuesta, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, condenó los ataques aéreos rusos, en los que varias personas resultaron heridas, entre ellas tres niños, y que causaron daños en zonas residenciales de las regiones de Odesa (sur) y Zaporiyia (sureste).

“Se han producido varios incendios en un centro comercial y en varias tiendas, y un edificio residencial resultó dañado”, dijo Zelenski, quien este viernes confirmó su asistencia a la cumbre de la ‘coalición de voluntarios’ en París, donde se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron.

Este ataque se suma al lanzamiento de 214 drones por parte del Kremlin contra el territorio ucraniano. Las defensas aéreas de Kiev derribaron 114 drones kamikaze Shahed y de otros modelos. Mientras que otros 81 drones réplica cayeron sin consecuencias.

Esta ofensiva se presentó luego de un ataque ucraniano, también con drones, contra las regiones de Volgogrado y Bélgorod. Moscú aseguró haber derribado un total de 46.

Entretanto, el presidente de EE. UU., Donald Trump, afirmó que se están negociando “contratos” para “dividir” las tierras en Ucrania como parte de un acuerdo final, reforzando su postura de que Kiev deberá aceptar concesiones territoriales.