Francia se une para reconstruir la catedral de Notre-Dame
A las seis y quince de la tarde, las campanas de todas las catedrales e iglesias de Francia sonaron este martes al unísono como un homenaje a la catedral de Notre-Dame para evocar el momento en que habría comenzado el fuego que abatió su techo y debilitó una parte del campanario norte.
En ese momento, los parisinos y turistas volvieron a guardar una actitud solemne frente a la catedral, que comulgó con las palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, quien en un breve pronunciamiento televisivo aseguró: “Reconstruiremos la catedral aun más bella”, y añadió que es posible hacerlo en los próximos cinco años.
“Depende de nosotros convertir este desastre en una oportunidad para unirnos (…) depende de nosotros encontrar el hilo conductor de nuestro proyecto nacional”, añadió.
Sin embargo, la confianza del mandatario no coincide del todo con la opinión de los expertos; entre ellos, Sylvain Colombero, especialista en la reconstrucción de monumentos, quien indicó en una entrevista con el canal de televisión FranceInfo que solamente se sabe que “será un trabajo largo”.
Otros más reconocieron que todavía es muy pronto para lanzarse a especular sobre el tiempo que durarán estos trabajos, pues incluso el ministro de Cultura, Franck Riester, sostuvo que todavía se están evaluando los daños y que se requiere más tiempo para lograr establecer con certeza los daños.
A lo que se suma el hecho de que solo hasta este martes se pudieron iniciar los procedimientos para reforzar la estructura en algunos puntos sensibles en los que todavía hay riesgos de desplome.
De hecho, Laurent Nuñez, secretario de Estado interior, precisó que prevén tardar al menos cuarenta y ocho horas más no solamente para preservar la integridad del edificio, sino también para asegurar el bienestar de los vecinos y paseantes cuando se vuelvan a abrir las calles aledañas.
En ese mismo sentido se pronunció Patrick Chauvet, rector de Notre-Dame, quien dijo que la presencia de un andamio de 500 toneladas sobre la estructura no deja de causar inquietud, pues podría generar nuevas fracturas en la bóveda, que ya está agujereada en tres partes.
En lo que sí coincidieron y enfatizaron este martes varios miembros del Gobierno fue en que no hay indicios de que el origen del fuego fuera intencionado y se privilegió la teoría de que todo fue un “accidente”.
En ese sentido, el fiscal de París, Rémi Heitz, dijo que la investigación será “larga y compleja”, y añadió que ya se ha interrogado a quince trabajadores que estaban dentro cuando empezaron las llamas.
En todo caso, la voluntad y el optimismo de Macron ha contado con el jugoso apoyo del sector privado, pues ya se cuenta con al menos 800 millones de euros en donaciones, provenientes de grandes conglomerados franceses, como el grupo LVMH, Total, L’Oréal y Pinault.
Ya hay prometidos 800 millones de euros para la reconstrucción de la Catedral de Notre Dame.
La liga del fútbol profesional francés y clubes como el PSG anunciaron también efectuar una contribución financiera para apoyar las obras de reconstrucción. Al igual que la compañía de tecnología Apple, cuyo CEO, Tim Cook, anunció que efectuará algunos aportes en los próximos días.
De todos modos, ya se anticipa que la tecnología podría convertirse en una aliada esencial para los trabajos de reconstrucción, pues según un informe del diario ‘Le Monde’, el juego de video Assassin’s Creed Unity, creado por la empresa francesa Ubisoft, había reconstituido digitalmente la París del siglo XVIII, por lo que la empresa está estudiando la manera en que sus modelos 3D podrían aportar a la reconstrucción.
Igualmente, un estudio de arquitectura parisino ofreció su ayuda en las primeras horas de la tragedia, tras haber logrado reconstituir con una impresora 3D un arco monumental de la ciudad de Palmira, después de que fue destruido por el grupo Estado Islámico.
Sin embargo, en medio de la tragedia que ha significado este incendio, los expertos no han dejado de señalar que el balance es positivo, pues una buena parte del patrimonio histórico, artístico y religioso escapó de las llamas.
Varias de las esculturas de la catedral de Notre Dame habían sido resguardadas por las labores de remodelación.
Reuters
Por ejemplo, las estatuas de los doce apóstoles y los cuatro evangelistas, que rodeaban la aguja, se salvaron del incendio porque habían sido retiradas el 11 de abril, en el marco de los trabajos de restauración del techo.
Lo mismo sucedió con el gallo de cobre que se alzaba en la cima de la aguja que quedó hecha cenizas. La figura guardaba en su interior una espina de la corona de Cristo y reliquias de santa Genoveva y san Dionisio.
En un principio se creía que se habían perdido, pero este martes, Jacques Chanut, presidente de la Federación inmobiliaria, informó desde su cuenta de Twitter que un grupo de restauradores había logrado encontrarlas tras las nueve horas que duró el incendio.
Sin embargo, la diócesis no ha comentado el estado de los relicarios.
Ayer, al tiempo que se divulgaron imágenes del interior de la catedral, el ministro de Cultura confirmó que los tres rosetones de vitral, el altar con la enorme cruz y la Piedad no sufrieron daños que lamentar.
Depende de nosotros convertir este desastre en una oportunidad para unirnos.
Los cuadros que decoraban la nave, el coro y las capillas no corrieron con la misma suerte, pues alcanzaron a ser deteriorados por el agua y el hollín; de ahí que fueron trasladados al Museo del Louvre para ser restaurados.
De hecho, muchos de ellos fueron evacuados durante el incendio por una cadena humana armada por el cuerpo de bomberos y por el sacerdote Jean-Marc Fournier, quien habría insistido a los cuerpos de seguridad para que lo dejaran encabezar la cadena, pues conocía el lugar donde se encontraba guardada la corona de espinas que le habrían puesto a Cristo, al igual que uno de los clavos con los que habría sido fijado a la cruz.
Melissa Serrato Ramírez
Para EL TIEMPO
París