Edificio más alto de Latinoamérica, en la mira por ola de suicidios
Los 300 metros de altura de la torre del Costanera Center sobresalen en el paisaje urbano de Santiago, donde se considera un símbolo del desarrollo económico chileno, aunque ahora también empieza a ser sinónimo de tragedia: al menos 12 personas han escogido este lugar para quitarse la vida.
En el último mes se produjeron dos suicidios y sumaron cuatro en lo que va de año, suscitando polémica en medios y redes sociales, donde se multiplican los llamados a que se tomen medidas para impedirlos pero también reclamos para favorecer el acceso a tratamientos de salud mental.
«Lamentable el suicidio de un compatriota en el Costanera Center. Parece que en Chile han crecido los edificios, pero no la felicidad», escribió tras el más reciente, la semana pasada, el usuario @generaldechile en Twitter, donde el tema se convirtió en tendencia.
Una empleada del centro comercial identificada como @BiancaLizz, que afirmó presenciar dos suicidios en menos de un mes, indicó: «Francamente me parece inaudito que aún no coloquen mallas de seguridad (…)».
Otro internauta, @Maxistone, dirigió su crítica al ministro de Salud para reclamar «hacer algo con la salud mental en Chile».
Lamentable el suicidio de un compatriota en el Costanera Center. Parece que en Chile han crecido los edificios, pero no la felicidad
Enclavado en el corazón financiero de la ciudad, el rascacielos más alto de Suramérica y la región tiene adosado el centro comercial más grande y concurrido de Chile, dos hitos que son visita obligada de locales y turistas que quieren hacer compras y disfrutar del mirador ubicado en el piso 62.
Pero desde que abrió sus puertas en 2012, más de una decena de personas se han lanzado desde la torre o de los pisos altos de la zona comercial. Al ocurrir el último
suicidio, el personal de seguridad acordonó el lugar donde yacía el cuerpo y lo ocultó con una carpa de color azul para evitar las miradas de los curiosos.
Pero ninguna tienda cerró. Muchos de quienes compraban ni se enteraron de lo ocurrido. Pese a que cada muerte ha sido seguida por una catarata de críticas, no se han tomado medidas para evitar nuevos casos.
La AFP contactó a Cencosud, el grupo propietario del centro comercial, pero sus representantes declinaron dar declaraciones.
«Templo integrativo»
Las muertes en el Costanera no son estadísticamente relevantes en este país de cerca de 18 millones de habitantes, con un tasa de 10,23 suicidios por cada 100.000 habitantes, según cifras de 2017 del ministerio de Salud. La estadística se eleva a 15,11 en mayores de 80 años.
Pero el hecho de que se repitan en el Costanera Center podría plantear algunas connotaciones sobre el modelo económico chileno, con altas tasas de consumo, endeudamiento y desigualdad social. «Lo más habitual en las sociedades modernas es el suicidio anómico; es decir, aquel suicido basado en la sensación de desintegración social», explica a la AFP Alberto Mayol, sociólogo de la Universidad de Santiago.
En este sentido, agrega, los centros comerciales son un lugar muy relevante en las sociedades de consumo como forma de integración, en especial «en Chile, donde es muy evidente que la gente se siente integrada en la medida en que participa del mercado».
Decidir suicidarse en este «templo integrativo de la sociedad de consumo», de acuerdo con Mayol, podría llevar implícito un mensaje «de aquellos que están en una condición de desintegración de esta sociedad donde el consumo es tan importante».
La depresión es el problema
Pero para la psicología las causas no son tan claras, y el lugar escogido estaría más bien vinculado a un fenómeno de repetición, que se da normalmente entre los suicidas. «Uno puede especular desde el punto de vista de la cosa simbólica de ir a un lugar así, pero en realidad la mayoría de los suicidios en Chile no se realiza en esas condiciones.
Solo que éstos son más mediáticos», afirma Alex Behn, docente de la Universidad Católica y director de investigación del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad. Según un reciente estudio del Servicio Médico Legal de Chile, el suicidio es la segunda causa de muerte violenta en el país después de los accidentes de tránsito, y afecta sobre todo a hombres mayores.
En la región, Chile figura entre los países con tasas más altas de suicidios, junto a Uruguay y Cuba. También es uno de los países con mayor proporción de depresión, con un 5% de su población con esta enfermedad, según un reporte de 2017 de la OMS.
«Es muy posible que esas tasas altas de depresión tengan factores genéticos pero también se deban a las altas tasas de endeudamiento, inequidad del ingreso, tiempos de desplazamiento inhumanos o bajos sueldos» entre gran parte de los trabajadores, estima Behn.