Tras reingresar al Parlamento, Guaidó canta victoria y pide protestas
Las cosas han dado un giro interesante en Venezuela. Después de los hechos del pasado 5 de enero –cuando el opositor Luis Parra, un diputado rival del presidente interino Juan Guaidó, se autoproclamó presidente del Parlamento con apoyo del chavismo y sin la presencia del líder opositor–, la fragmentada dirigencia opositora ha vuelto a unirse y ha recuperado apoyos, dentro y fuera del país.
Ahora, y luego de haber logrado este martes a la fuerza su reingreso al Parlamento, hace un nuevo llamado a sus seguidores a la lucha de calle.
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“Hoy Venezuela venció (…). Es momento de volver cada sector a la calle (…). Todos a vencer a la dictadura (…). Estoy pidiendo una segunda oportunidad”, dijo Guaidó al final de la jornada hostil de este martes, durante la cual diputados y periodistas resultaron heridos por los denominados colectivos chavistas, pero en la que –aseguró– retomaron el control del Parlamento.
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Las actividades de protesta comenzarán este miércoles y continuarán hasta el sábado; y serán retomadas la semana que viene. Para el próximo martes, cuando corresponde una nueva sesión ordinaria, llamó a sus seguidores a acompañar a los diputados a la Asamblea Nacional (AN).
“Vamos a seguir empujando con toda Venezuela”, dijo Guaidó en alusión a la manera en la que los diputados opositores lograron este martes el acceso al hemiciclo de sesiones del Palacio Federal Legislativo, luego de que militares intentaron impedirlo, como hicieron el domingo pasado.
Esta vez, es posible que su llamado a retomar las calles tenga mayor éxito que el que hizo el pasado mes de noviembre. Lizeth Armas, una abogada de 39 años, manifestó a EL TIEMPO su disposición a acompañarlo esta vez.
La desgastada imagen de Guaidó se ha recuperado tras haber sido visto en los últimos días no solo enfrentándose a militares, sino saltando rejas y repeliendo a los integrantes de la ilegítima junta directiva paralela.
“Hoy Guaidó fue mi héroe. Lo vi enfrentarse al régimen cara a cara, y salir triunfante. No dejó que nos quitaran el único vestigio de democracia que nos quedaba”, contó Armas.
Fue una jugada que intentó hacer el Gobierno, no salió como esperaba y están tratando de hacer control de daños. No es que van a echar para atrás
Para Guaidó, fueron las contradicciones internas del chavismo las que permitieron que tomaran de nuevo el control del Parlamento. “Hay órdenes que se encuentran”, aseguró.
Pero para el analista local y politólogo Félix Seijas, hay algo más: el régimen de Maduro estaría haciendo control de daños.
“Fue una jugada que intentó hacer el Gobierno, no salió como esperaba y están tratando de hacer control de daños. No es que van a echar para atrás, (…) ellos seguirán con su juego de una AN paralela. Pero pareciera, hasta hoy (martes), que no van a tratar de magnificarlo y van a tratar de realinear de nuevo sus esfuerzos en lo que es la elección de este año”, dijo Seijas a este diario. Se refiere a los comicios legislativos que se esperan para este 2020.
A su juicio, la incorporación de los denominados colectivos a la jugada es, precisamente, una manera de “bajar el volumen” a la situación: “Tú puedes mantener un ambiente hostil dentro de la AN, pero no con militares que es lo oficial (…) por lo menos la foto internacional no es tan fuerte como la que se vio el domingo”.
Jornada hostil
La violencia, sin embargo, escaló este martes un nivel. En Caracas, el Palacio Federal Legislativo y sus alrededores fueron nuevamente epicentro de enfrentamientos.
No solo diputados resultaron heridos, como Elimar Díaz, quien ya había sufrido una fractura el 5 de enero, en ese mismo lugar; sino también periodistas, como el corresponsal de El País, de España, Francesco Manetto, quien fue agredido y despojado de sus pertenencias por varios chavistas.
El incidente de Manetto, que ha dado la vuelta al mundo, ocurrió luego de que los denominados colectivos atacaron la caravana de vehículos en los que habían llegado, más temprano, los diputados de oposición, luego de haber partido juntos desde la sede del partido Acción Democrática.
La prensa, que atestiguaba la brutal agresión contra los vehículos, se convirtió en el próximo blanco de los sujetos.
Casi en simultáneo, adentro, tras haber burlado a los militares que les impidieron el ingreso al Palacio, Guaidó y sus diputados se abalanzaron contra la puerta que conduce hacia el hemiciclo, resguardada por unos pocos efectivos castrenses, y lograron abrirse paso hacia sus curules.
La juramentación de Guaidó se produjo pese a que una vez adentro, les cortaran el suministro eléctrico. “En nombre de quienes no tienen voz, de las madres que lloran, de los presos políticos; en nombre de Venezuela, juro cumplir con los deberes de presidente encargado”, dijo el líder opositor.
Más tarde, en conjunto con todas las fuerzas de oposición, convocó las acciones de calle y anunció, además, nuevos embajadores en países como Bolivia, El Salvador y Uruguay, así como el nombramiento de una junta directiva ad hoc de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
Un paso contracorriente
Seijas cuestionó los motivos para que el régimen de Maduro diera el que considera fue un paso contracorriente el 5 de enero, conociendo los riesgos: impulso a la comunidad internacional, que ya venía mostrando desgaste con respecto a Venezuela, y una oportunidad a la oposición de realinearse y de rescatar su poder de convocatoria.
“La única explicación son las declaraciones de Rusia del año pasado donde decía que (para) el apoyo económico que tendría Venezuela, primero tenía que estar Guaidó fuera del Parlamento. (…) Pero, ¿realmente estaban tan desesperados por esto? Y, segundo, si ese era el objetivo, ¿hacerlo de esta manera les sirve a los rusos para dar el paso y reconocer este movimiento que han dado? Pareciera difícil”, dijo.
Sin embargo, insistió en que, en esta historia, aún hay cosas que no se saben.
ANDREÍNA ITRIAGO
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas