Bolsonaro encara la más dura crisis política por la renuncia de Moro

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, enfrenta el momento más tenso e incierto de sus 16 meses al frente del país. El mandatario brasileño agravó los ataques contra el popular exjuez Sergio Moro, quien renunció al cargo de ministro de Justicia el viernes pasado al alegar “interferencias políticas” por parte de Bolsonaro.

La crisis política está abierta en plena pandemia, que ha dejado más de 4.000 decesos y al menos 59.000 casos positivos, y a la cual ahora se añade el debate de la capacidad que tiene el presidente para seguir en el cargo.

La renuncia de Moro se suma a la del ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien fue retirado del cargo por oponerse a relajar las medidas de distanciamiento para luchar contra el coronavirus.

Ahora, en Brasil hacen eco los pedidos de apertura de un juicio que puede desembocar en la destitución de Bolsonaro. Sin embargo, hasta el momento, Rodrigo Maia, el presidente de la Cámara de Diputados y encargado de tramitar la solicitud, no se ha pronunciado públicamente.

El grueso de los partidos de centroderecha con representación parlamentaria, claves para que salga adelante el proceso, tampoco han dado, de momento, señales sobre la posibilidad de abrir un juicio político.

Mientras Bolsonaro encara su peor crisis política, cientos de personas salieron ayer en una caravana de autos a las calles de Brasilia.

Con banderas del país colgadas en las ventanas de los autos, los manifestantes a favor de Bolsonaro recorrieron en sus vehículos la avenida Eixo Monumental hasta el Congreso Nacional. Algunas llevaban imágenes del rostro de Moro sobre el que escribieron la palabra ‘traidor’.

Bolsonaro usó las redes sociales para atacar a Moro, considerado por muchos un héroe por dirigir el caso Lava Jato, la operación anticorrupción que encarceló a decenas de empresarios y políticos, entre ellos el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En su agria despedida, el exjuez justificó su marcha por el cese de Mauricio Valeixo como jefe de la Policía Federal sin motivo aparente.

Para muchos analistas, la clave de la destitución de Valeixo está en procesos que salpican directamente al entorno familiar del mandatario, concretamente a dos de sus hijos, el senador Flavio y el concejal de Río de Janeiro Carlos.

Las insinuaciones de Moro, negadas vehementemente por Bolsonaro, llevaron a la Fiscalía brasileña a pedir al Tribunal Supremo determinar si hay motivos para abrir una investigación para saber si el presidente cometió un eventual delito de falsedad ideológica, coacción, prevaricación u obstrucción de la justicia, entre otros.

No puede haber inversión de la historia. Bolsonaro es hijo de Moro y no Moro cría de Bolsonaro. En toda esa disputa, los dos son bandidos, pero Bolsonaro es la cría y no al contrario

A falta de que se empiecen a publicar sondeos, el adiós de Moro se interpreta como un duro golpe a la popularidad del Ejecutivo. La marcha de Moro, que además de la Justicia controlaba la Seguridad Pública, puede afectar su imagen de dirigente implacable contra la corrupción y el crimen organizado, la misma que lo ayudó a ganar las elecciones a la Presidencia.

Una de las reacciones más esperadas sobre la crisis política era la de Luiz Inácio Lula da Silva. El expresidente estuvo encarcelado durante 580 días por una sentencia del entonces juez Moro y ha sido un feroz opositor a Bolsonaro, al que considera “un virus” que ataca a Brasil.

“No puede haber inversión de la historia. Bolsonaro es hijo de Moro y no Moro cría de Bolsonaro. En toda esa disputa, los dos son bandidos, pero Bolsonaro es la cría y no al contrario”, resaltó.

AFP Y EFE

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