El virus se hace sentir con fuerza en la región más desigual del mundo
La pandemia de la covid-19 se ha ido desplazando como una ola por el planeta, dejando caos a su paso, y aunque el virus llegó a América del Sur más tarde que en otras regiones, a la fecha ya ha sobrepasado el medio millón de casos de contagio.
La situación es crítica. La declaración que ya se esperaba y que se había alertado que pasaría desde hace semanas llegó este viernes: la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que América del Sur es el “nuevo epicentro” del virus.
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Son varios los factores que se unen para hacer de esta declaración una preocupación mundial. Pero sin duda, el principal factor es que está enmarcada bajo la región más desigual del mundo (América Latina), en donde la pobreza se ensaña aún más con las personas indígenas y afrodescendientes. La tasa de pobreza de las personas indígenas en 2018 fue de 49 %, el doble que la registrada para la población no indígena ni afrodescendiente.
Y la tasa de extrema de pobreza llegó al triple (18 %), según informe de la Cepal. A este factor se suma que en América del Sur hay cerca de 10 millones de migrantes procedentes de la región y del mundo.
Sin una acción inmediata, estas comunidades enfrentarán un impacto desproporcionado.
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Pero, en resumen, y como ya lo había advertido la epidemióloga de la OMS María van Kerkhove, quien recalcó en un informe de la ONU que el riesgo más alto de enfermedad severa de coronavirus en América del Sur se mantiene entre las poblaciones más vulnerables, debido a condiciones previas, el acceso a la salud y la evidente desigualdad.
“Hay poblaciones vulnerables en todos estos países, y tenemos que trabajar para asegurarnos que todos tendrán acceso a la salud, a las pruebas y a la información para poder prevenir más casos de enfermedad y muertes”, aseguró la experta.
Con más de 22.000 casos de covid-19, la Amazonia brasileña vive una grave emergencia sanitaria. En la foto, el entierro de un cacique.
Brasil encabeza
Hasta el momento, Brasil es el país con la cifra más alta de infecciones por coronavirus en América Latina con más 330.000 contagiados, seguido por Perú con más de 115.000 casos y Chile con más de 65.000.
Además, Brasil tiene más de 20.000 muertos por coronavirus tras registrar durante tres días seguidos más de 1.000 muertos diarios, una cifra récord, según los datos del Ministerio de Sanidad.
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En total, en toda la región han fallecido por coronavirus más de 35.000 personas y hay 620.000 contagios. Aunque, según analistas, la cifra de contagios podría ser hasta 15 veces mayor debido a la dificultad de tener estadísticas precisas por la falta de test.
Perú, segundo país de la región en número de contagios y tercero en fallecidos, registra más de 115.000 casos y más de 3.300 decesos. A esto se suma que la mayoría de hospitales de Lima están al borde del colapso, indicó la oficina del defensor del Pueblo.
En Chile, un país de 18 millones de habitantes con más de 65.000 casos, los fallecimientos aumentaron 29 por ciento en los últimos días, hasta alcanzar 673. Argentina también registró un enorme aumento de casos. Cerca del 90 por ciento de las infecciones están en Buenos Aires y su periferia.
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Hay poblaciones vulnerables en todos estos países, y tenemos que trabajar para asegurarnos que todos tendrán acceso a la salud
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha subestimado la pandemia del coronavrius. Hoy su país tiene más de 330.000 casos de contagio.
Indígenas, en riesgo
El brote del coronavirus en las zonas amazónicas donde habita una gran parte de los pueblos indígenas de Latinoamérica está acabando con las comunidades de la región.
La alerta de las autoridades es clara y tajante: “Hemos confirmado 20.000 casos de covid-19 en las provincias que forman la cuenca del Amazonas. Sin una acción inmediata, estas comunidades enfrentarán un impacto desproporcionado”, declaró Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.
En la cuenca amazónica habitan las comunidades de nueve países: Colombia, Perú, Venezuela, Surinam, Brasil, Guyana, Ecuador, Guayana Francesa y Perú. En esta región, 506 pueblos indígenas y 66 comunidades en aislamiento voluntario están en “riesgo de desaparecer”, según la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), organización que reúne a las poblaciones indígenas de esta región.
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“Durante la semana pasada se habían registrado 722 casos de contagio en población indígena y superado los 150 fallecidos. Hacemos un llamado de emergencia, porque se están contagiando 10 hermanos indígenas y falleciendo dos cada día en la cuenca amazónica”, denunció en EL TIEMPO José Gregorio Díaz, coordinador general de la Coica.
Aquí (en la cuenca) no hay hospitales, y cuando llegan misiones de emergencia no hay un protocolo claro
Las peticiones de los pueblos indígenas se han elevado hasta el propio António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas. En una carta enviada por la Coica, se pidió ayuda y asistencia humanitaria internacional con el objetivo de “precautelar la salud y la vida de los pueblos indígenas de la Amazonia”. “Si no se toman medidas urgentes, estamos a puertas de un etnocidio”, agrega la misiva.
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“El covid-19 pone en evidencia la falta de infraestructura y desatención de los gobiernos. Eso nos preocupa y nos tiene alarmados a todas las comunidades”, comentó Robinson López, coordinador de Biodiversidad de la Coica.
Aunque la OPS confirmó más de 20.000 casos en toda esta región, un conteo independiente de la Red Eclesial Panamazónica y de la Coica sugiere que esta zona tiene más de 85.000 contagios y alrededor de 5.000 fallecidos.
Pese a la diferencia en las cifras entre conteos, lo que está claro es la inminente emergencia y la especial atención que les exige a los gobiernos regionales.
Fotografía que muestra a indígenas que permanecen en cuarentena en sus hogares en la comunidad de Chilón, en el estado de Chiapas (México).
La crisis en las fronteras
La crisis que hoy vive Leticia –cuyos cementerios están desbordados y ya no hay tumbas– está relacionada con los casos provenientes de la triple frontera con Perú y Brasil, en Tabatinga (Brasil). Esa ciudad tiene el mayor número de muertos por cada 100.000 habitantes.
Aunque muchas comunidades indígenas están confinadas y en cuarentena, la economía indígena informal obliga a los lugareños a rebuscar el sustento diario y la alimentación ante la falta de ayudas estatales.
A esta difícil situación se le añade la ausencia de infraestructura en salud. En Leticia, donde hay más de 1.300 casos confirmados, los centros hospitalarios se han declarado en emergencia.
“Aquí (en la cuenca) no hay hospitales, y cuando llegan misiones de emergencia no hay un protocolo claro. Esta es una situación de etnocidio por la poca cantidad de población que somos y por esta pandemia estamos en riesgo de que desaparezcan idiomas y pueblos”, dice Díaz.
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Además, las actividades ilegales son otro ingrediente que se le suma a la crisis sanitaria. “Hay muchas personas, entre ellos mineros ilegales, que siguen viajando por los ríos y allí no hay protocolos para determinar contagios”, agrega Díaz.
La minería ilegal contamina las fuentes hídricas, lo que sumado a la falta de agua potable impide cumplir una de las premisas de la Organización Mundial de la Salud para evitar el contagio: una adecuada higiene.
Tenemos un genocidio en nuestra Amazonia porque tenemos un presidente que no se preocupa por los indígenas
La Alcaldía de Leticia empezó a finales de abril la construcción de 52 bóvedas nuevas, pero estás ya no dan abasto ante la cantidad de muertos.
Alcaldía de Leticia
A Érica Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional, le preocupa el caso de Brasil por las posiciones radicales del presidente brasileño, Jair Bolsonaro. “Él (Bolsonaro) tiene una agenda antiderechos, y ha venido menoscabando a los indígenas. Hoy eso no solo se está cobrando vidas, sino la sostenibilidad de las comunidades”, comentó Guevara.
Incluso, el alcalde de Manaos, la capital del estado brasileño de Amazonas, Arthur Virgílio Neto, criticó la falta de liderazgo de Bolsonaro. “Tenemos un genocidio en nuestra Amazonia porque tenemos un presidente que no se preocupa por los indígenas”, dijo.
¿Cuál es la salida que ve la Coica ante esta inminente amenaza? La organización hace una petición especial a la ONU: “Reconocer la pandemia del covid-19 como catástrofe sanitaria (para la vida y la salud) para los pueblos indígenas, con el objetivo de que se designen recursos económicos para atender oportunamente la pandemia”.
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CARLOS J. REYES
REDACCIÓN INTERNACIONAL
*CON INFORMACIÓN DE AFP