El dispositivo que serviría para entender a quienes oyen voces en su cabeza
A las personas rara vez les gusta escuchar sus propias voces en grabaciones. Suenan falsos, o como alguien más.
Para los neurocientíficos, eso es más que una curiosidad. Los orígenes de las alucinaciones siguen siendo un misterio, pero una hipótesis es que cuando las personas oyen voces, están escuchando sus propios pensamientos disfrazados como los de otra persona por una peculiaridad del cerebro.
A los científicos les gustaría entender qué partes del cerebro nos permiten reconocernos hablando, pero estudiar esto utilizando grabaciones de las propias voces de las personas ha resultado complicado. Cuando hablamos, no sólo escuchamos nuestra voz con nuestros oídos, sino que también la sentimos a medida que las vibraciones del sonido viajan a través de los huesos del cráneo.
Un estudio publicado recientemente intentó una solución. Un equipo de investigadores indagó si las personas podían reconocer sus voces con mayor precisión si usaban audífonos de conducción, es decir, que transmiten el sonido vía vibración.
Las grabaciones de nuestras voces tienden a sonar más agudas de lo que anticipamos, dijo Pavo Orepic, investigador postdoctoral en el Instituto Federal Suizo de Tecnología que dirigió el estudio. La vibración del cráneo hace que su voz suene más grave para usted que para un oyente. Pero hasta ajustar las grabaciones para que suenen más graves no recrea la experiencia de escuchar su propia voz. Como alternativa, el equipo intentó usar audífonos de conducción ósea, que están disponibles comercialmente y a menudo descansan en los pómulos del oyente, justo adelante de la oreja.
El equipo grabó a voluntarios diciendo la sílaba “ah” y luego mezcló cada grabación con otras voces para producir sonidos compuestos en un 15 por ciento de la voz de una persona determinada, luego en un 30 por ciento, y así sucesivamente. Entonces, hicieron que algunos participantes escucharan sonidos con audífonos de conducción ósea, mientras que otros usaron audífonos normales y otro grupo hizo el intento con las bocinas de una computadora portátil. Los voluntarios indicaron si creían que cada sonido se parecía a su propia voz.
Las personas con audífonos de conducción tenían más probabilidades de identificar correctamente sus propias voces, halló el equipo. Cuando el equipo probó el mismo experimento con las voces de amigos de los participantes, descubrió que los auriculares de conducción ósea no hacían ninguna diferencia para ayudar a las personas a identificar voces familiares. Fue sólo reconocer sus propias voces lo que se volvió más fácil, lo que sugiere que los dispositivos están recreando algo de lo que sentimos y escuchamos mientras hablamos.
Si los científicos pueden entender cómo el cerebro construye el concepto de sí mismo a partir del sonido, dijo Orepic, tal vez puedan descubrir qué difiere en las personas que escuchan voces en sus cabezas que no son las suyas.
Por: Veronique Greenwood
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The New York Times Company