¿Qué retos plantea la maternidad en EEUU, México y Centroamérica?
Washington —
La celebración del Día de la Madre que en buena parte del continente americano se conmemora por estos días de mayo trae al debate el tema de la mujer y su rol como progenitora, profesional, trabajadora y las múltiples facetas requeridas en su vida. Pero también plantea preguntas sobre los retos de la maternidad en la actualidad.
La inmigrante salvadoreña en Washington, Rhina Palucho dijo a Voz de América que entre los mayores retos de la maternidad en este tiempo es encontrar el tiempo para estar con los hijos, ante las demandas del trabajo “para que no crezcan solos” y que sepan que aparte de tener madre o padre también «debes ser amiga, y ganarse su confianza».
Agrega que, a diferencia de la generación de su madre, las madres jóvenes tienen que llevar a la vez “batallas” que las ahora abuelas no se planteaban, como qué tipo de influencias pueden llegar a casa a los hijos a través de redes sociales y otras tecnologías de la información a mano en los teléfonos inteligentes.
No está de más trabajar –dice- para “que esa locura de las redes no los envuelva tanto, y que entiendan que es un mundo, pero que no es real” y también martillar en el día a día para plantar la semilla que en la vida hay recompensas por sacrificios hechos y que no todo es fácil, como lo “plantean los videojuegos y las redes”.
“En esta época es uno de los mayores retos creo, tanto aquí como en nuestros países, encontrar tiempo para estar con ellos y enseñarles esos caminos”, apuntó Rhina Palucho.
El proceso de la maternidad y paternidad en Estados Unidos, según una encuesta realizada en febrero de este año por el Centro de Investigaciones Pew, detectó que la mayoría de casos las progenitoras expresan satisfacción por el proceso. El mismo estudio reveló que un tercio de las madres reconoce que afrontar la maternidad “es mucho más difícil” de lo que esperaban.
Carmen Molina, otra madre inmigrante dijo a la VOA que el desafío actual en la maternidad es “mantener el balance” porque hay expectativas y demandas para la mujer madre de ser 100 % y cumplir todas las otras facetas y responsabilidades sociales que demanda la vida diaria.
“Y eso es imposible, especialmente ahora, después de haber vivido una pandemia sin precedentes, en la que perdimos mucho, debemos sobrecogernos, reconstruirnos, crear redes de apoyo y solidaridad para nosotras y nuestros hijos”, apunta.
Maternidad idealizada versus realidad
Desde El Salvador, Silvia Juárez de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz, (ORMUSA), explica a la Voz de América que en la actualidad hay dos tendencias para entender la maternidad; por un lado –dice- el concepto tradicional de la “madre abnegada” que machacan los mensajes publicitarios de la celebración que dan por sentado que “ellas” asumen ese papel con total entrega y sin inconvenientes.
“En nuestra región en este momento hablar de la maternidad es un panorama menos romántico como el que se plantea alrededor de la celebración”, opina Juárez.
En países como El Salvador y extrapolado al resto de la región centroamericana y México, que celebran el Día de la madre este 10 de mayo, no cabe duda que la mujer sigue siendo objeto de “violencia sistemática” y con cargas y expectativas que se “sobreponen por su condición” de ser madre.
“El hecho de la maternidad representa para las mujeres una carga reproductiva que no está compensada ni con una calidad de vida, ni con una corresponsabilidad del Estado o de las parejas”, opina Juárez.
El Salvador mantiene una media de unos 80.000 demandas contra hombres ante la Procuraduría General de la República cada año para manutención de hijos, pero la carga del cuidado recae en la mujer, según informes del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
Silvia Juárez dice que a las mujeres les toca dedicar muchas más horas al cuidado de los hijos, lo que deviene en sacrificar su propio desarrollo “lo que implica a la vez una menor calidad de vida”.
Y si a ello se agregan contextos como el que actualmente experimenta El Salvador bajo estado de excepción, donde Juárez, quién dirige los Programas de Vida sin Violencia, agrega que alrededor de esas 60.000 “capturas de terroristas” reconocidas por el Estado, hay mujeres madres atrás de esas cifras.
Algunas que buscan información de sus hijos detenidos por los que alegan inocencia y tienen que suplir necesidades de alimentación cuando estos están detenidos y el peor de los casos asumir custodia y cuidados de hijos y nietos, la gran mayoría en condición de pobreza.
Agrega también que en ese país y los vecinos centroamericanos se han visto “retrocesos” sobre libertades y derechos reproductivos que van a la baja en comparación de hace una década. A diferencia de la paternidad que se considera libre “en el caso de las mujeres hay altas restricciones para la prevención de embarazos”, apuntó.
El mundo actual y las demandas
La inmigrante hispana Silvia Guzmán, explicó a la VOA que ante los múltiples frentes de preocupación que surten a diario, -al menos en su caso- trata de encontrar algunas líneas para definir las prioridades para sus hijos.
Ve prioritario “enseñarles a buscarle el valor a la vida y a encontrar la felicidad. En este mundo lleno de ansiedad, estrés y depresión creo que al final del día lo más importante es que ellos aprendan a tener un equilibrio emocional”, dice.
El estudio realizado por el Centro de Investigaciones Pew reflejó también que en Estados Unidos en igual proporción para los diferentes grupos étnicos, los asuntos relacionados a la salud mental apuntaban como principales preocupaciones de los padres, incluso más que influencias como las drogas y agresiones físicas de terceros.
En la década de 1980, las preocupaciones de madres y padres conocidos como “padres helicópteros” se enfocaban en seguridad física de los hijos como secuestros y embarazos adolescentes, aunque esos temas de preocupación siguen ahí, otras preocupaciones sobre salud mental han saltado la barda.
Tres cuartas partes de las madres encuestadas en EEUU por el centro Pew indicó “preocupación” ante eventuales procesos de ansiedad, depresión o que sus hijos sean víctimas de acoso escolar”.
Si bien las dificultades están a la vista Lola Ramirez, le dice a VOA en Washington que a diferencia de las generaciones de sus padres, en su caso y las parejas de su entorno en Estados Unidos, el apoyo de las parejas masculinas está marcando una diferencia en el involucramiento sobre la crianza y el cuidado de sus hijos y hasta labores del hogar, algo que en décadas pasadas recaía completamente en las mujeres.
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