El partido de extrema derecha que está sacudiendo la política en Alemania

BERLÍN — Mario Voigt, líder del principal partido conservador de Alemania, ha observado con preocupación la serie de victorias del partido Alternativa para Alemania, o AfD, de extrema derecha.

En su Estado natal de Turingia, AfD ganó el puesto de administrador de distrito en junio, dándole por primera vez al partido autoridad burocrática sobre un área.

La AfD ha avanzado al menos cuatro puntos en las encuestas desde mayo, alcanzando un 20 por ciento de apoyo y superando a los socialdemócratas de centroizquierda que gobiernan el país para convertirse en el segundo partido más fuerte de Alemania. Una encuesta más reciente ubicó a AfD con un apoyo récord del 22 por ciento.

La AfD ahora le está pisando los talones a la Unión Demócrata Cristiana, o CDU, el partido de Voigt y de la ex Canciller Angela Merkel, que sigue siendo el más popular del País, pero ahora se encuentra en la Oposición.

“Ahora es la disyuntiva crítica”, dijo Voigt. “Tenemos que entender que si no nos mostramos o nos retratamos como la verdadera Oposición en Alemania, la gente se irá a Alternativa para Alemania”.

El ascenso de la AfD, un partido ampliamente visto como una amenaza para el tejido democrático de Alemania, ha planteado una crisis para todo el establishment político del país, pero una particularmente grave para los demócratas cristianos: ¿Deberían girar más hacia la derecha y arriesgar su identidad centrista? ¿Deberían seguir intentando aislar a la AfD? O, a medida que eso se vuelve más difícil, ¿deberían romper las normas de muchos años y trabajar con la AfD?

A medida que se acercan las elecciones al parlamento estatal en el este de Alemania, incluyendo en Brandeburgo, Turingia y Sajonia, le urge al CDU encontrar respuestas. La AfD ha prometido fomentar un “terremoto político” en los próximos meses.

El apoyo de Alemania a Ucrania y las crisis energética y de refugiados provocadas por la guerra han alimentado la ansiedad y el apoyo a la AfD.

Al tiempo que el actual Gobierno del Canciller Olaf Scholz, un socialdemócrata, intenta reorientar las políticas económicas y de seguridad alemanas, los detractores dicen que no ha abogado por ello de manera suficientemente convincente para muchos alemanes.

Pero quizás tampoco lo ha hecho la CDU en Oposición.

“La CDU, con su cosmovisión más moderada y su posición moderada, realmente no está equipada para la situación de este época”, dijo Voigt, líder de la CDU en el parlamento estatal de Turingia.

Tan recientemente como en el 2021, la CDU tuvo amarrado el poder político en Berlín durante casi 20 años bajo la dirección de Merkel. Pero ahora está inmerso en un debate público, a veces incómodo, sobre cómo hacer frente a una época más incierta y de mayor ira.

En una reciente entrevista televisiva, Friedrich Merz, líder de la CDU, pareció abrir la puerta a trabajar con la AfD en los gobiernos locales. El partido había jurado anteriormente nunca cooperar con la AfD, que la agencia de inteligencia nacional de Alemania ha clasificado como “sospechosa” de ser una organización extremista.

“Ahora se ha electo a un administrador de distrito en Turingia. Y, por supuesto, esta es una elección democrática”, dijo. “En Sajonia-Anhalt, en una pequeña comunidad, se ha electo a un Alcalde que pertenece a la AfD. Y, por supuesto, esta es una elección democrática. También tenemos que aceptar eso”.

Después de que los miembros de su partido se molestaron por sus comentarios, Merz echó marcha atrás. Carsten Linneman, uno de sus subalternos, dijo que Merz simplemente estaba señalando la “difícil implementación de la política en el terreno”.

“Por ejemplo, si se trata de una nueva guardería en el parlamento local no podemos votar en contra sólo porque la AfD está votando a favor”, dijo Linneman en un comunicado.

Algunos expertos ven el auge de la AfD como un rechazo a las políticas de Merkel, en particular a sus posturas favorables a la inmigración y al clima. Para ganar electores, “será necesario rechazar algunas de las políticas de Merkel”, dijo Torsten Oppelland, presidente del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Jena, en Turingia. Pero, agregó, hacerlo corría el riesgo de alienar a otros electores.

“La gente quiere un Gobierno que asegure las fronteras —la gente está en contra del tráfico ilegal, en contra de la migración ilegal. Y si ningún partido en el campo democrático les da esta postura, la AfD se hace más fuerte”, dijo Jan Redmann, líder del CDU en Brandeburgo.

Ekaterina Bodyagina contribuyó con reportes.

Por: CATIE EDMONDSON

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