‘La única manera de tener una ruta segura es evitando el Darién’

Hasta agosto, la cifra de migrantes que cruzaron la selva del Darién en el 2023 llegó a las 307.000 personas con destino a EE. UU. Este número es muy superior al total del 2022, que dejó un registro de 248.000. El jefe de misión en Panamá de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Giuseppe Loprete, estimó que la situación empeoraría en los próximos meses e hizo un llamado a todos los actores relacionados con la ola migratoria a prepararse.

Entre ellos está la organización humanitaria Médicos Sin Frontera que, desde el 2021, y ante el crecimiento del número de migrantes que pasaron la frontera selvática entre Colombia y Panamá decidieron instalar una misión permanente en la zona para brindar atención humanitaria a quienes lo necesitaran.

EL TIEMPO habló con Luis Eguiluz, jefe de la misión, sobre la situación en las Estaciones Temporales de Recepción Migratoria (ETRM) de Lajas Blancas y San Vicente, y en la población indígena Bajo Chiquito, donde la cotidianidad les cambió por completo a la comunidad Emberá-Wounaan.

(Lea: EE.UU. responde a plan de reconciliación de Petro: seguirá persiguiendo a los narcos)

La migración no es un delito, es un fenómeno mundial. Necesita respuestas globales porque la migración no es un problema entre dos países que comparten frontera.

EE. UU. es el principal país que está tomando medidas por obvias razones. ¿Qué llamados hacen para que las demás naciones que conforman la ruta de migración también se involucren y eviten que la situación sea menos dramática?

La migración no es un delito, es un fenómeno mundial. Necesita respuestas globales porque la migración no es un problema entre dos países que comparten frontera. En el Darién hay nacionalidades de muchos países, por tanto se necesita de una respuesta internacional. Obviamente EE. UU. es uno de los actores más importantes en esta ecuación, ya que la inmensa mayoría de los migrantes tienen como destino final ese país, pero todo el mundo se debe involucrar. Hay mecanismos multilaterales de asistencia humanitaria que deberían apoyar con más recursos. Esta situación va a continuar con la misma curva de crecimiento, por lo que debemos adaptarnos a las necesidades de los migrantes. Hablamos de dignidad humana.

Panamá al ser el país que recibe a los migrantes que cruzan el Darién y al verse desbordada por esta situación tiene entre sus opciones militarizar la frontera. ¿Qué consecuencias traería esto?

Como organización humanitaria internacional hemos visto y asistido poblaciones en muchos contextos migratorios en diferentes continentes y lo que hemos aprendido es que la militarización de fronteras no reduce el flujo de migrantes, pero expone más a la gente al sufrimiento y al tráfico ilegal. Desafortunadamente siempre habrá personas que intentan aprovecharse de los migrantes, por lo tanto no creemos que la militarización resuelva el problema. No incrementemos el sufrimiento de estas personas, sino miremos cómo les podemos ayudar.

(Más: ‘El rompimiento de relaciones con Venezuela fue un tremendo fracaso’: embajador Rengifo)

Nosotros no preguntamos por qué lo hacen, sino que nos concentramos en sus necesidades y en dar el mensaje de que migrar no es un delito.

En 2021, la causa de la migración era la pandemia. Ahora que la superamos, ¿qué explica esta ola de migración desbordada a través de la selva del Darién?

Es muy complejo hablar de las razones que impulsan a las personas a pasar por una ruta tan difícil como el Darién. Son razones múltiples y muy personales. Cada persona y familia es una historia trágica diferente. Aunque la gran mayoría son venezolanos, hay nacionalidades de muchos países y de todos los continentes. Nosotros no preguntamos por qué lo hacen, sino que nos concentramos en sus necesidades y en dar el mensaje de que migrar no es un delito.

Giuseppe Loprete dijo a principios de agosto que hay que prepararse porque la situación va a ser peor. ¿Usted también lo cree?

No vemos ahora perspectivas de que va a ser mejor o igual, por el contrario, está aumentando el número de migrantes en comparación con años anteriores. De acuerdo con el gobierno panameño ya se ha superado la cifra de 300.000. Y el año pasado nosotros vimos un aumento importante en septiembre y en octubre, justo antes de Navidad. Por lo que no vemos que la situación vaya a cambiar.

Luis Eguiluz

Luis Eguiluz, jefe de misión en Panamá y Colombia de MSF.

Foto:

Médicos Sin Fronteras

Así como la migración está desbordada, ¿cómo están las misiones humanitarias en el terreno?

Todos los actores humanitarios estamos intentando aumentar la respuesta, pero obviamente se necesita más apoyo financiero. El otro día estaba en la estación de Lajas Blancas, y había tanta gente que no se podía caminar. Súmele la demanda de agua, de saneamiento, de comida. La respuesta no es suficiente.

¿Cuáles son los casos más difíciles que han atendido en la misión?

Nosotros brindamos atención en salud general y psicológica, con foco en la salud mental y casos de violencia sexual. Esta es una ruta donde las personas están muy expuestas y sufren mucho. Recuerdo el caso de una mujer que venía fracturada y la Policía de Fronteras tuvo que evacuarla. También el caso de una mujer que cruzó con su bebé de un mes en brazos.

(Siga leyendo: Emprenden en Escocia la mayor operación de búsqueda del monstruo del lago Ness)

¿Cómo ha sido la recepción de migrantes por parte de las comunidades?

Las comunidades nunca están preparadas para recibir un flujo de migrantes cinco o siete veces más grande que su población. Y aunque han respondido prestando servicios, no hay saneamiento, se han presentado problemas ambientales, falta el agua y más baños públicos. No hay suficientes sitios para dormir. La gente duerme donde puede. Evidentemente las comunidades están generando mayores ingresos, pero los impactos son considerables.

¿Ha habido casos de xenofobia?

Bueno, aparte de los casos de violencia que ejercen ciertos grupos criminales en la zona, yo he apreciado que hay cierta solidaridad de todos los actores, que además se encuentran en una presión en cuanto a los recursos locales. No veo tanta xenofobia en las comunidades locales.

Otra cosa que hemos visto es que los migrantes están muy desinformados. No saben lo que les espera tanto en el Darién como después. Incluso preguntan qué países siguen después de Panamá.

Sobre el tema económico que mencionaba, ¿se puede decir que se ha generado un negocio alrededor de la migración?

Sí, es evidente que la migración genera una serie de recursos. Son personas que necesitan comida y servicios básicos. Hay quienes traen su dinero y lo dejan en la ruta. Pero hay gente que no tiene. Hay nacionalidades que se preparan mejor o peor. Por ejemplo, la comunidad venezolana es muy vulnerable frente a los medios para afrontar la ruta. Además, hay personas que les roban y por tanto pierden lo poco que llevaban. Otra cosa que hemos visto es que los migrantes están muy desinformados. No saben lo que les espera tanto en el Darién como después. Incluso preguntan qué países siguen después de Panamá. Es importante también trabajar ese sentido para que el migrante sepa a qué se enfrentan, cómo es la ruta, los riesgos y los servicios que tendrá disponibles.

(Más: Condado de Maui demanda a compañía eléctrica por letal incendio en Hawái)

Migrantes cruzando selva del Darién

Migrante venezolana ayuda a su hija mientras cruzan la selva del Darién

Foto:

Luis Acosta/AFP

¿Las personas migrantes tienen conocimiento de las vías legales a las que pueden acceder para tramitar asilo en Estados Unidos?

No tienen conocimiento de las rutas legales ni de las ilegales. Muchas personas dicen que si hubieran sabido cómo era el Darién no hubieran venido. Eso significa que no saben. Por eso es tan importante la difusión. Aunque pensemos que hemos hecho muchas comunicaciones, tanto organizaciones humanitarias como medios, aún queda mucha labor informativa por hacer para que los migrantes tomen una decisión informada.

Donde ustedes están en misión, ¿hay organizaciones prestando asesorías legales?

Sí hay organizaciones que dan asesoría legal sobre casos de violencia sexual, retorno voluntario, petición de asilo. Pero lo que necesitan los migrantes es, antes de tomar ruta, conocer cuáles son sus opciones.

(También: México: se cometieron 128 violaciones contra defensores de D. Humanos en el último año)

Hay algunas personas que saben a lo que se enfrentarán en el Darién ¿qué podrían hacer para mitigar los peligros que se pueden encontrar en la selva?

Aunque la ruta es muy dura, hay ciertas precauciones básicas como moverse en grupo, llevar filtros o pastillas potabilizadoras para el agua, un botiquín básico. De todas forma, la única manera de tener una ruta segura es evitando el Darién, ya que es una ruta muy peligrosa. Es importante que sepan a qué se exponen. También es importante que se preparen a nivel psicológico.

Comparando otras misiones que ha asistido, ¿qué características tiene esta en particular que lo toca más en la parte humana con relación a las otras?

Lo que más me impresiona es que suceda en países donde no te esperas que pase esta situación. Países de ingresos medios como Panamá que nunca han estado expuestos a una auténtica crisis humanitaria. Es algo que los sobrepasa. Panamá por ser un país pequeño, que nunca había vivido esto, le cuesta encontrar una respuesta y los medios adecuados.

NATALIA TAMAYO GAVIRIA
REDACCIÓN DOMINGO
@NATALIATG13

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *