Multilaterales elevan sus apuestas en educación, juventud y empleo en Latinoamérica
Washington —
Un programa pionero de bonos sociales impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) promete beneficiar a unos 2,7 millones de estudiantes en los próximos cuatro años en países latinoamericanos. La institución financiera multilateral con sede en Washington ha destinado ya unos 3.100 millones de dólares para impulsar esta iniciativa.
Este tipo de nuevas apuestas para impulsar la educación, la juventud y el empleo en Latinoamérica toma nuevos brillos este año con la unificación de esfuerzos de dos organismos como el BID y el Banco Mundial.
Los bonos de Educación Juventud y Empleo (EYE, por sus siglas en inglés) según el vicepresidente de finanzas del BID, Gustavo Rosa, “proporcionan un rendimiento financiero sólido”, al estar calificados en la categoría de triple A, pero también son un importante aporte al desarrollo, porque “brindan un retorno social al invertir en capital humano en América Latina y el Caribe”.
El informe 2023 del organismo sobre este programa, concluido a finales de julio, indica que en los próximos cuatro años se espera que los proyectos para la educación y el empleo en países como Colombia, México, Argentina y Brasil, entre otros, lleven capacitaciones a unos 266.000 docentes que replicarán efecto en unos 725.000 estudiantes a la vez de apoyar a padres de familia.
En cuanto al empleo, la estrategia busca proyectar alianzas estrategias con el sector privado y lograr insertar a los jóvenes en el mercado laboral a un ritmo de unos 46.000 puestos de trabajo y beneficios directos a unos 97.000.
Esta modalidad de financiamiento, dice el informe, analiza los desafíos apremiantes de la pobreza y la desigualdad en América Latina y el Caribe y enfatiza la necesidad de un enfoque integral y bien planificado para abordar estos problemas. “El objetivo principal del programa EYE es adoptar una estrategia holística de ‘ciclo de vida’ que fomente el capital humano a lo largo de la vida de un individuo”, explica.
La educación de alta calidad, apoyo social y la buena salud de la población son fundamentales –según el BID- para crear capital humano y aumentar así los ingresos de las familias, “los trabajadores altamente calificados, informados y motivados ganan más que aquellos con niveles bajos”, ahonda el organismo multilateral.
En países como Panamá, donde hay una inversión del 9 % de los bonos EYE, se ha invertido para mejorar la eficiencia y calidad en el sector educativo en 61 proyectos iniciados el año pasado.
En Honduras están en curso 42 proyectos enfocados en ofrecer asistencia para “mejorar la calidad escolar para desarrollar capacidades para el empleo” juvenil, y en Colombia se trabaja en 41 proyectos dedicados a “mejorar los itinerarios educativos en zonas rurales”, por mencionar algunos.
Otro reto la era digital
El pasado viernes, el BID y el Banco Mundial anunciaron también una nueva iniciativa para “maximizar el impacto en el desarrollo” con una batería de estrategias de “innovación que abrirán oportunidades” en las Américas, la que se gestará también en cuatro años con el componente educativo como prioridad.
“Nuestros desafíos globales requieren un nuevo manual para que el Banco Mundial impulse un desarrollo de gran impacto. Esa misión exige que reimaginemos las alianzas en todos los ámbitos con el sector privado, la sociedad civil y otras instituciones multilaterales”, dijo el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, en un comunicado.
El organismo multilateral -con sede también en Washington- considera crucial tomar acción de manera coordinada “para generar impacto y cambios significativos” de cara a los retos que enfrenta la región por rezagos en la educación.
El presidente del BID, Ilan Goldfajn, cree que “la reforma de los bancos multilaterales es una oportunidad” para abonar al desarrollo en la región. “Juntos, estamos avanzando con una visión compartida para cerrar las brechas digitales reduciendo la falta de acceso, incluyendo en la educación. (…) Nuestro compromiso conjunto es un testimonio del poder de la innovación colaborativa para América Latina y el Caribe”, dijo.
El acuerdo del BID con el BM impulsará el desarrollo digital en la región para ampliar la conectividad digital bajo la iniciativa ‘Escuelas Conectadas para Todos’, con lo que en los próximos cuatro años prevén cerrar la brecha digital en la región, “asegurando que los jóvenes tengan las habilidades necesarias para la economía del futuro”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) advirtió en un reciente informe sobre “la encrucijada” de la educación en América Latina y el Caribe.
Sus proyecciones hasta el año 2030 definen los principales retos como “la pobreza, las situaciones de crisis y emergencias (…) la movilidad geográfica y la discriminación son los principales obstáculos” para superar y poder avanzar hacia la educación en la región y dar un salto de calidad y poder acrecentar el acceso a universidades.
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