El hambre en Gaza obliga a los civiles a alimentarse con plantas de matorrales
ESTAMBUL — Mientras la campaña militar israelí para destruir a Hamas castigaba su barrio en el norte de Gaza, el labriego palestino se dio cuenta de que se estaba quedando sin comida.
Las tiendas habían cerrado, los mercados se habían vaciado y los enfrentamientos impedían que les llegaran suministros. Así que él y los vecinos que quedaban recogieron una planta, khobiza, que crecía cerca de sus casas, y la cocinaron como sustento.
“Nos apoyó más que nadie en el mundo”, dijo Amin Abed, el labriego de 35 años. “La gente sobrevivió a los capítulos más oscuros de la guerra sólo con khobiza”.
Durante generaciones, la gente de Tierra Santa ha recolectado khobiza, una planta con un sabor y una textura a medio camino entre la espinaca y la col rizada que brota en matorrales que llegan hasta las rodillas a lo largo de los caminos y en áreas vacías de tierra después de las primeras lluvias invernales. Los cocineros lo saltean en aceite de oliva, lo sazonan con cebolla o lo hierven en caldo para elaborar comidas sabrosas y económicas.
Ahora, esta planta, una variedad de malva, constituye una porción descomunal de la dieta de muchos habitantes de Gaza al proporcionar una forma económica de mitigar el hambre. En una época en la que la mayoría de los demás alimentos no están disponibles o son prohibitivamente caros, los habitantes de Gaza pueden cosechar khobiza ellos mismos y cocinarla sola o con algunos otros ingredientes.
A medida que Israel ha impuesto un sitio casi absoluto, los grupos de ayuda y los funcionarios de las Naciones Unidas han advertido cada vez más que la cantidad de alimentos que ingresan a Gaza no puede alimentar a sus aproximadamente 2.2 millones de habitantes, empujando a un número cada vez mayor de habitantes de Gaza hacia un hambre catastrófica. Las muertes relacionadas con la desnutrición se han vuelto más comunes, y un grupo internacional de expertos advirtió el mes pasado que toda la población de Gaza enfrentaba una grave escasez de alimentos y que condiciones similares a las de la hambruna eran “inminentes” en el norte, donde escasea la ayuda.
“La gente no comprende lo vacía y terrible que es la situación allí”, dijo Reem Kassis, una escritora palestina que incluyó una receta de khobiza en su libro de cocina más reciente.
La planta también se consume en Jordania, Líbano, Siria, la Cisjordania ocupada por Israel y otros lugares.
“Es considerada una comida humilde, no algo que servirías a tus invitados”, dijo Kassis. “A falta de cualquier otra cosa, es nutritiva”. En Gaza, muchas familias lo hierven hasta obtener un caldo ligero que puede compartirse entre un gran número de personas.
“Mucha gente lo ha comido durante esta guerra porque no hay opciones de diferentes vegetales”, dijo Sulaiman Abu Khadija, de 32 años, un trabajador agrícola. “Es fácil de obtener en cualquier parte y se puede cocinar de forma rápida y sencilla”.
La planta no se consume mucho en Israel, pero crece extensamente allí. Durante la guerra en torno a la fundación de Israel en 1948, las fuerzas árabes impusieron un severo sitio a Jerusalén, y los judíos atrapados en la Ciudad enviaron a sus hijos a buscar khobiza, conocida como chalamit en hebreo. Al final, el sitio fracasó.
Moshe Basson, chef ejecutivo del restaurante Eucalyptus en Jerusalén, dijo que había visto un video en las redes sociales que mostraba a los habitantes de Gaza comiendo “hierbas”.
Pero “es una medicina”, dijo. “Está llena de nutrientes y para mí, como chef, es sabrosa”.
En Gaza, recolectar khobiza puede ser peligroso.
A medida que la comida escaseaba donde vive Rawan al-Khoudary, de 22 años, en el norte de Gaza, su marido solía ir a tierras agrícolas cerca de la frontera con Israel para recolectar berenjenas y khobiza. Pero durante una ida, el marido de su prima fue asesinado a tiros por alguien que la familia cree que era un francotirador israelí. Ahora recolectan khobiza en otro sitio.
“Lo convertimos en lo que se nos ocurre”, dijo. “Sobrevivimos con khobiza”.