El enorme riesgo de seguir a los ‘finfluencers’

LONDRES — Amy Ryan estaba en pánico por sus ahorros cuando buscó asesoría en línea. Era abril del 2020 y el mercado de valores se había desplomado, agotando los ahorros que había acumulado.

Ryan, de 43 años, una ingeniera de ventas de Gales, había vendido su cartera de acciones en la crisis y tenía miedo de perder más. Encontró a Kevin Paffrath, un influencer que hablaba de inversiones en su canal de YouTube, Meet Kevin.

“En ese momento, no tenía muchos conocimientos sobre la compra y venta de acciones”, recordó ella, y agregó que se sintió tranquila al saber que Paffrath tenía alrededor de un millón de seguidores.

Las redes sociales son una forma atractiva para que personas inexpertas como Ryan aprendan a administrar sus inversiones. Creadores de contenido se están promocionando como expertos en dinero, publicitando una gama de productos financieros, desde tarjetas de crédito hasta criptomonedas, y se han ganado un apodo elegante: finfluencers.

Sin embargo, cada vez más de ellos se han enfrentado a acusaciones de promover activos de alto riesgo o compartir consejos no calificados. Las regulaciones que cubren a los influencers pueden ser poco claras o difíciles de aplicar.

Cuando los mercados comenzaron a recuperarse de la crisis del Covid, Ryan estaba aterrorizada por haberse precipitado a vender su cartera. Pagó 532 dólares por el curso de “Acciones y Psicología” de Paffrath y compró títulos de empresas que él creía que eran lucrativos. Ryan transfirió sus criptomonedas a BlockFi, un prestamista de criptomonedas que él promovía.

Con los meses, Ryan invirtió unas 32 mil libras, o 39 mil dólares actuales, en acciones que él había mencionado. Al principio tuvo algunas ganancias, pero luego su cartera comenzó a caer.

En el 2022, BlockFi se declaró en quiebra. En total, Ryan perdió unos 24 mil dólares. Se culpó a sí misma por las pérdidas, pero deseaba que Paffrath hubiera sido más transparente sobre los riesgos.

Paffrath figura entre muchos influencers que comparten opiniones sobre inversiones en línea, y en su canal de YouTube advierte a sus suscriptores, que ahora suman 2 millones, que sus consejos no son personalizados. Se disculpó por promocionar BlockFi y dijo que él mismo perdió unos 433 mil dólares.

“Mis verdaderos seguidores entienden mi ética y quién soy”, dijo vía mensaje de texto, pero se negó a hacer más comentarios.

En Gran Bretaña y EU, la mayoría de las personas que ofrecen asesoría financiera o venden productos de inversión de manera profesional debe tener licencia.

Sin embargo, regular a los influencers es un reto. El alcance global de internet puede plantear interrogantes sobre jurisdicción, y analistas dicen que las reglas en gran medida no están pensadas para la era de los influencers.

Reguladores advierten a los consumidores que la asesoría financiera en redes sociales suele tener motivos ocultos.

También hay muchos buenos consejos financieros en línea, y los expertos dijeron que compartir recursos sobre educación financiera tiene sus beneficios.

A diferencia de los influencers, los asesores financieros certificados se rigen por normas.

Con el tiempo, Ryan contrató a un planificador financiero certificado y tomó cursos de inversión, muchos de ellos ofrecidos gratuitamente por instituciones financieras. “Ahora juego a la segura”, expresó.

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