Vaticano da nuevo parte de salud del papa Francisco hoy 28 de febrero; dejó atrás fase crítica

El papa Francisco ha pasado una noche tranquila y está descansando, informó la oficina de prensa del Vaticano este viernes, cuando cumple 15 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios y después de haber dejado atrás la fase crítica.
«Como en los últimos días, la noche transcurrió tranquila y el papa ahora descansa», indicó la Santa Sede en su comunicado matinal, después de que el último parte médico de este jueves revelase una nueva mejoría.
Papa Francisco. Foto:AFP
El pontífice «ha dejado atrás la fase crítica» en la que llegó, habían explicado fuentes vaticanas, con un cauto optimismo, ya que su cuadro clínico sigue siendo «complejo» y su pronóstico permanece reservado.
También explicaba que el papa estaba «alternando la terapia de oxígeno a alto flujos con la máscara de oxígeno», que aporta niveles más reducidos al paciente.
Francisco, de 88 años, fue hospitalizado el pasado 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral, un cuadro que alarmó sobre todo por su edad y porque le fue extirpado parte de un pulmón en su juventud.
El Papa Francisco. Foto:EFE/FABIO FRUSTACI
Su situación clínica sigue siendo «compleja» y, por eso, su pronóstico permanece reservado y se necesitarán «más días de estabilidad clínica» para esclarecer la evolución de su salud, al menos tendrá que pasar este fin de semana.
Este jueves, Francisco se sometió a la fisioterapia respiratoria prescrita en los últimos días pero también al reposo obligado desde el día de su ingreso.
Pronóstico reservado: qué significa expresión médica usada en partes de salud de papa Francisco. Foto:EFE
Además, por la tarde acudió a rezar a la capilla del apartamento privado que los papas tienen en la planta décima en el hospital Gemelli de Roma, a cuyas puertas los fieles han llevado flores y velas para desearle una pronta recuperación.
Después se dedicó, como en los últimos días, a tareas laborales, como estudiar y firmar documentos
Por el momento se han cancelado todos los actos de este sábado y también el ángelus del domingo.
Francisco quiere acabar con el histórico secretismo sobre la salud de los papas
Papa Francisco Foto:EFE
Francisco, impulsor de reformas fundamentales en la Iglesia y la Santa Sede, también quiere acabar con el histórico secretismo que ha rodeado durante siglos la salud de los pontífices, como se ha podido comprobar durante su hospitalización estas dos últimas semanas.
En un alarde de transparencia, el Vaticano está facilitando información médica diaria y detallada del estado clínico del pontífice, de 88 años e ingresado desde el pasado 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma con una bronquitis que se complicó por una infección polimicrobiana y una neumonía bilateral.
En los comunicados con los que la oficina de prensa del Vaticano actualiza cada tarde el estado de Francisco, se han incluido aspectos como una infección «polimicrobiana» (de virus, bacterias y hongos) o la necesidad de hacerle transfusiones de sangre debido a una «trombocitopenia» (nivel bajo de plaquetas).
«Hemos pasado de la reserva excesiva a la máxima transparencia planetaria. Esto no había sucedido nunca», asegura Juan Vicente Boo, un profundo conocedor de la historia del Vaticano y sus papas, sobre el que ha escrito varios libros, y antiguo corresponsal del diario español ‘ABC‘ durante más de 20 años.
El boletín del pasado sábado, que puso al mundo entero en vilo, revelaba que su estado era «crítico» tras presentar «una crisis respiratoria asmática prolongada, que requirió también la aplicación de oxígeno de alto flujo».
El Papa Francisco. Foto:AFP
«Es un cambio importante que también tiene que ver con la estatura mediática que ha adquirido el papado y ante esa demanda de información, llega un momento en que también la propia Santa Sede tiene que reaccionar», sostiene Francisco Pérez Latre, director académico de la Universidad de Navarra (España) e investigador de comunicación vaticana.
La actual apertura informativa, comparada con los últimos años del pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), cuando su salud se deterioró enormemente, supone un cambio brutal.
EFE